Los trabajadores autónomos que hayan avalado los préstamos de sus negocios con su patrimonio personal, y no puedan hacer frente a sus deudas, pueden acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, con el fin de liberarse del aval y de las deudas contraídas. El socio director de IURE Abogados, Carlos Pavón nos explica en qué consiste este procedimiento y los beneficios que se pueden obtener a través de esta vía.
Cómo librarse del aval
La Ley de Segunda Oportunidad contempla dos vías de actuación para los autónomos que se encuentren en situación de sobreendeudamiento. Por un lado, existe un mecanismo de mediación que persigue alcanzar un acuerdo de refinanciación que se ajuste a la realidad económica del deudor y no a las pretensiones habituales de los acreedores, como puede ser el incremento de los tipos de interés o la presentación de nuevos avales.
Si no se llega a un acuerdo, se inicia el proceso de Segunda Oportunidad, que consiste en liquidar de forma ordenada el patrimonio del deudor y concederle la liberación de sus deudas. Dicha concesión pone fin al límite tradicional de responsabilidad de las personas físicas, por el que éstas debían responder con todo su patrimonio presente y futuro de las deudas contraídas, impidiéndoles seguir ejerciendo una actividad económica adecuada.
Con la Ley de la Segunda Oportunidad, los autónomos endeudados podrán llevar a cabo una liquidación ordenada de su patrimonio, quedando exonerados de todo el endeudamiento generado hasta la fecha, aunque dicha liquidación no permita cubrir la totalidad de los pagos pendientes. Esta exoneración no incluya algunas deudas contraídas con la Administración Pública.
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